Londinense Wide Awake

Tuesday, January 22, 2008

Mí Primera primera cita

Como veo que este tipo de relatos atrae audiencia paso a contarles mí primer cita en mí vida.

Tenía unos 18 años, me acuerdo porque la pase a buscar por su casa del barrio de Belgrano C. Me quedaba súper cómodo, unos 15 minutos de casa, prácticamente todo derecho en dirección al Bajo por la calle Sucre. La había conocido en una fiesta cerca de los lagos de Palermo, era la amiga de una amiga con la que hacia artes marciales. La noche de la fiesta pintaba ser un garrón, me tuve que tomar el 168 a San Isidro que tardaba una eternidad, para luego volverme a capital. Lo bueno que en el viaje ya había entrado en calor y me había bajado varias cervezas. Para cuando llegue a la fiesta y la vi estaba con todas las pilas.
Estuvimos hablando un rato y logre robarle un beso. Medio como que ella no sabia si sacarme la cara o dejarla. Fue muy torpe e incomodo, pero enseguida la arregle. De la manga la invite a salir, como para hacer bien las cosas.
En ese grupo de chicos y chicas que practicábamos artes marciales, yo era 'el pendex'. Así que los días previos a la cita me comían la cabeza y mataba a preguntas a los 'más' experimentados. Me habrán tirado los mil y un consejos, los cuales al tocar el timbre de la calle 3 de Febrero se borraron instantáneamente. Bajo, le abrí la puerta del auto y encaramos para el bar.
Fuimos a Coopers cerca de la cancha de River, lo elegí gracias a Martín. El si que la tenía clara con esto de las citas. Fue uno de los primeros que conocí en usar el ICQ y chamuyar por internet. Se pasaba unas fotos, las invitaba a salir y las llevaba siempre a Coopers. No se si estará todavía ahí, pero era un lugar tranquilo en el cual siempre encontrabas lugar para sentarte y la música no estaba tan fuerte como para estar gritando.
Yo estaba nerviosísimo, no sabia como ocultar el temblequeo de mis manos, las rodillas no me funcionaba y la lengua se me hacia un nudo cada dos por tres. Eso si, algo que siempre tuve a mi favor y todavía lo tengo es lo que bien que puedo ocultar esa angustia, clavar la sonrisa y continuar la charla sin problemas. Por dentro ese sentimiento me devora, por fuera estoy como la Mona Lisa. Desde ya que ahora voy mucho mas relajado, pero no niego que de vez en cuando me pasa al menos por unos 10 – 20 minutos en los cual tengo ocultar lo que verdaderamente me está pasando en ese instante.
Cometí el error de elegir una mesa de esas de McDonalds en la cual entran cuatro personas, son fijas y están pegadas contra la pared. Cuando nos sentamos, uno de cada lado, la tenia a diez mil kilómetros de distancia! Había un abismo separándonos y me las iba a tener que ingeniar para sortear el obstáculo. En esa época no pensaba en si iba a tener suerte o no esa noche. Estaba tan sumergido en mi agonía que ni siquiera consideraba esa opción. Tener suerte significaba que ella no saliera corriendo y si las cosas salían bien que al menos me diera un beso.
Luego de charlar de un popurrí de temas, las ansias de querer acercarme crecían segundo a segundo. Recuerdo que habían unos televisores, frente a mi estaban pasando video clips de música y a mis espaldas el programa Mar de Fondo. Ya debían ser pasadas la media noche, porque el programa de Fantino estaba a esa hora. Yo era muy fanático y era difícil que me perdiera uno de sus shows.
Resultó que a ella también le gustaba mucho y compartíamos esa 'pasión'. Y así de la galera le dije: 'No es justo, yo no lo puedo ver desde acá. Me puedo pasar al otro lado?'
Así, de la nada, estaba del otro lado con un pie adentro. Continuamos hablando trivialidades hasta que me di cuenta del gran logro: Había cruzado el abismo. Estaba del otro lado sentado junto a ella y no se había ido corriendo... todavía. Quedó acorralada contra la pared y se venía el momento, no quedaba otra. Decí que dudé más de la cuenta y se fue al baño
Cuando volvió me di cuenta de lo que estaba pasando. Yo estaba con toda la confianza y la ceguera causada por lo que estaba pasando en mi cabeza se había desvanecido. Ahora ví claramente y noté que ella estaba igual o más nerviosa que yo! Sin vueltas la agarré y nos besamos.
El resto es historia...

Thursday, January 17, 2008

Y de qué trabajás?

-Vendo drogas…
-(risas) Cómo?
- Si, vendo drogas. Pero de las buenas eh!
-(más risas) Y qué vendés?
- De todo! Tengo muestras si estas interesado/a…
-(muchas más risas)

Esa conversación la he tenido en incontables primeros encuentros durante los últimos dos años. Podría dar la explicación más técnica y aburrida de lo hago para pagar las cuentas mes a mes, pero esta es una excelente manera de romper el hielo con gente que recién conocés.

La semana pasada mi jefe me mandó un email pidiéndome que preparara un plan estratégico para el 2008. Es sólo el primer paso, pero si sale todo bien, mis responsabilidades en la empresa van a aumentar de manera exponencial. Continuaré con los negocios en Egipto, como lo vengo haciendo hace varios meses, pero al igual que Bangladesh/Filipinas/Vietnam/Corea/Japón. Se agregaría la expansión en territorios vírgenes España/Portugal, América del Sur y Central a mis obligaciones.

Resulta que estamos promoviendo un nuevo producto y a mi me tocó hacerlo en Portugal. No me olvido que bien al principio cuando empecé en la empresa, me habían pedido algo similar. Tenía que llamar a un par de empresas españolas con el mismo propósito (hace tiempo que queremos expandirnos en España). La tarea consistía básicamente en hacer lo que acá se denomina ‘cold calling’. Es decir, de la nada agarrar el tubo, discar y tratar de conseguir hablar con la persona adecuada. Luego sacarle lo máximo de información posible y finalmente intentar que compren nuestro producto obviamente. Esto requiere, en algunos casos, de varias llamadas por semana, a una sola empresa, durante un par de meses. Ya sea porque la persona a cargo está viajando, en reuniones, fuera de la oficina o ‘no disponible’, este proceso lleva su tiempo.

Desde chico, hablar por teléfono para mí siempre fue un parto. Me aburre, no me interesa y me estresa bastante. Mucha gente que me conoce personalmente, cuando me hablan por teléfono me pregunta porque me pongo tan serio. No hay mucha vuelta que darle, me sale de esa manera porque las comunicaciones telefónicas las odio. Tengo amigos de que me han tenido que enseñar a mantener una conversación, hacer preguntas y hasta lograron que muestre interés (poco) en el diálogo. Es que para mí el teléfono sirve para quedar con alguien para luego encontrarse en persona. Para que vamos hablar por 30 minutos si nos vamos a ver frente a frente más tarde y después no vamos a tener de que corno hablar. Sumado a todo esto, no poder ver las expresiones de la otra persona me pone realmente incomodo.

Lo que he notado, en estos dos años de trabajo, es que mi confianza ha incrementado notablemente. No me molesta más levantar el teléfono y llamar a quien sea. Antes mandaba un email esperando una respuesta que quizás nunca iba a llegar. También se debe a que sé de que estoy hablando, con la experiencia y el conocimiento no siento que estoy mandando fruta cuando me hacen una pregunta. Calculo que es por eso que me están dando la oportunidad de desarrollar y expandir el negocio en territorios que la compañía nunca se involucró en el pasado. El 2008 se viene con todo, es cuando hay que demostrar que puedo hacer el trabajo y dejar de ser un ‘junior assistant’.

Thursday, January 10, 2008

Relaciones Humanas 2

Ya que estamos en el tema de las citas, ni que hablar de los problemas de la segunda.

Mas allá de si se triunfo o no en la primera, en la cual fue todo mas bien por instinto, la segunda vez ya es todo pre-meditado. Ya se trataron los típicos temas la primera vuelta y sino se hizo ya es muy tarde para preguntárselo. Este es el momento en el que de alguna manera lograr de volver a verla. Según los entendidos, el timming es una parte importantísima a la hora de cortejar a la otra persona. Acá es donde cada uno tiene su teoría de como proceder:

“No vas a llamar al día siguiente porque pareces un desesperado."
“No pará dejala esperando un poco así te extraña, llamala el jueves.”
“Dale no te hagas el histérico, si llamas el jueves para el viernes seguro que esta ocupada, después de todo estas en Inglaterra.”
“Espera un par de días. Si, lo mejor es llamar el martes y si la querés ver hacéselo saber. No des vueltas que no sirve para nada."


Con un poco de experiencia uno se da cuenta que en realidad no importa cuando se llama o manda un texto, ni que es lo que se dice o escribe sea en el idioma que sea (siempre y cuando uno no se mande una barrabasada de aquellas). Si todo se mantiene dentro de los parámetros socialmente aceptables y si la niña esta interesada, lo mas probable es que acepte a ese segundo encuentro.


Hasta ahora viene todo bárbaro, hasta que surge un nuevo problema: “Donde corno la llevo?”
Nos empieza a faltar el aire, nos agarra una angustia de la hostia! Claro uno se jugó todas las cartas en la primera cita, llevándola al bar donde el staff y los de seguridad te conocen. Vas al lugar en el cual jugás de local para incrementar las chances de terminar impresionándola. Una semana antes de conocerla era impensado llegar a esta encrucijada. Como superar en originalidad y diversión a la primera salida? Imposible.


Lo peor es que durante mis años de facultad estaba lleno de segundas citas, pero el dinero era escaso! Tampoco había medio de transporte como para tirar un: “A que hora te paso a buscar?”, como quizás lo podría haber hecho en Buenos Aires y terminar en un parque oscuro perdido por los barrios porteños. Debo reconocer que la solución se hizo esperar y bastante.


Para que entiendan a que me refiero, les dejo una conversación que tuve hace algún tiempo con Viole al respecto:

Nico says:
me acepto de salir el viernes, me tiro varias opciones
Nico says:
que iba a fijarse y que me decia... esto no me paso nunca
Nico says:
que ellas propongan??
Viole says:
JAJAJA
Viole says:
UNA VEZ CADA UNO
Nico says:
asi parece...
Nico says:
pero antes era yo el que tenia que proponer todo el tiempo...
Nico says:
porque sino me decian: vamos a ver Finding Nemo al cine...
Nico says:
un bodrio total
Viole says:
BUENO PARECE ELLA TIENE IDEA DE DONDE QUIERE IR
Viole says:
O TE QUIERE MOSTRAR LO A ELLA LE GUSTA
Nico says:
claro, como yo la lleve a bailar, ahora ella quiere mostrarme lo suyo
Valeria says:
NO SE
Valeria says:
SON IDEAS
Nico says:
me parece que diste en la tecla!



Que lindo que es cuando en la segunda cita son ellas las que deciden a donde se sale.

Saturday, January 05, 2008

Un poco de relaciones humanas


Vamos a hablar claro y llanamente: Las primeras citas son todo un tema.

Ya sea para los hombres o para las mujeres las primeras citas son bastante estresantes. Ambos sexos pasan por un millar de sentimientos antes y durante esa primera cita especialmente. De eso no cabe duda más allá del resultado de la misma.
Ahora la realidad es que los hombres estamos en desventaja. Es así! Podríamos debatir por
horas los diferentes detalles y sensaciones las cuales afectaran más a un sexo que a otro, pero al final quedaríamos empatados. El hombre va a hacer todo lo posible en esa cita para impresionar a la mujer en cuestión. De la misma forma la mujer va a intentar seducirlo. Aun así, no cabe duda, seguimos en desventaja.
Es ahí donde el hombre se pone, generalmente, muy nervioso al respecto. Durante esa cita nos cuesta ser divertidos y estar relajados. Supuestamente es nuestro rol demostrar confianza y 'perseguir' a la mujer. Como dije antes para el hombre la primera cita es mucho más estresante que para ellas, ya que entramos en el terreno de lo desconocido.
Acá es donde muchas mujeres lectoras dirán: 'Y nosotras que? Nosotras también nos sentimos de la misma manera!'.
Puede ser, pero ustedes saben algo más que nosotros no sabemos. Básicamente, el hombre se pasa toda la cita pensando si al final va a terminar siendo un tipo con suerte. La mujer, la mujer ya lo sabe...


*Texto basado en el capitulo s01s02 – Coupling (UK)